El frío y el calor tienen efectos diferentes sobre nuestros músculos y articulaciones.
Durante la temporada de frío, los músculos se tensan para mantener el calor y la temperatura del cuerpo, lo que provoca el dolor muscular o las contracturas.
Los cambios en nuestra postura para mantener el calor corporal así como el peso de las capas de abrigo puede provocar posturas incorrectas con hombros más elevados o encogidos y cuerpo más adelantado.
Mantener el calor va a mejorar la circulación a los músculos y los va a relajar lo que se traduce en una menor rigidez y dolor.
Os proporcionamos 5 consejos para evitar que el frío afecte a nuestras articulaciones :
🔺Abrigarse bien especialmente el cuello y la zona lumbar🧣.
Durante la práctica deportiva, utilizar ropa de abrigo que conserve el calor para evitar que los músculos se enfríen. Usar accesorios que eviten que el viento, el frío o la humedad entren.
🔺 Realizar un calentamiento previo. Antes de entrenar es necesario calentar y, si es posible, aplicar cremas de calor en las zonas de molestia o que vayamos a trabajar más.
🔺Evitar los cambios bruscos de temperatura 🌡️. Vestir varias capas de ropa durante el día y evitar corrientes de aire al salir de casa.
🔺Aplicar calor local en la zona afectada usando parches de calor, cremas de calor o sacos o mantas térmicas.
🔺 Evitar quedarse quieto mucho rato.
Mantenerse activo cambiando continuamente de postura o levantarnos y movernos de forma frecuente 🚶♀️.
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