Cada vez en consulta, vemos más casos de pacientes que soléis tocar algún instrumento de cuerda como violines, guitarras o el piano.
Muchos echáis en falta recomendaciones o trucos sobre qué hacer ante determinadas lesiones típicas de
vuestra profesión o hobbie.
¿Qué lesiones son más comunes?
Las sesiones más comunes afectan sobre todo, a los miembros superiores (brazo, codos y manos).
■ Una de la patologías típicas es los dolores de tipo eléctrico por compresión de los nervios que van hacia la manos. Este atrapamiento puede afectar al nervio mediano, cubital o radial de la mano.
Por ello, nos encontramos con síndrome de atrapamiento de nervio mediano como ocurre en el túnel carpiano.
Es aconsejable que realiceis una descarga de la musculatura propia de los dedos y del antebrazo para evitar que los nervios se vean comprimidos a su paso por zonas como muñeca o desfiladero costoclavicular..
■ Otra de las lesiones típicas son las inflamaciones o tendinitis en codo.
■ Patologías de espalda como hernias discales o desviaciones de columna.
Nuestras recomendaciones son:
● Dedicar unos 10-15 minutos previos para calentar la musculatura del antebrazo y dedos mediante ejercicios sencillos de muñeca y dedos con peso ligero usando mancuerna de 0,5 o 1 kilogramo.
● Relajar tras el ensayo la muñeca con estiramientos de dicha musculatura.
● Pasarnos una pelota de masaje por la cara externa del codo y la cara interna del codo para relajar la musculatura epicondílea y epitroclear.
● Realizar ejercicios para fortalecer muñecas que carguen el peso de nuestro cuerpo de forma progresiva.
● No abusar de muñequeras salvo si estamos con un proceso inflamatorio agudo.
● Realizar descansos semanales para no sobrecargar la musculatura.
● Vigilar nuestra postura y los apoyos del instrumento en el cuerpo.
● Gestionar la presión de los dedos a la hora de tocar corrigiendo la técnica. La presión excesiva es más dañina que los movimiento repetitivos.
● Realizar actividad física regular para un buen control postural.
● Usar una silla ergonómica inclinada hacia delante que permita el apoyo de pies en el suelo y que mantenga la curvatura lumbar fisiológica ( lordosis lumbar).